TRIUNFÓ EL PARO
NACIONAL INDIGENA Y POPULAR EN ECUADOR
Roberto López Sánchez
El
jueves 30 de junio, luego de 18 días del Paro Nacional convocado por la CONAIE
(Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y otras federaciones
indígenas como la FEINE[1]
y la FENOCIM[2],
se firmó el acuerdo entre el gobierno neoliberal de Guillermo Lasso y
las organizaciones indígenas convocantes, que permitieron dar por finalizada la
acción de protesta nacional.
Entre los logros alcanzados por
la movilización popular nacional, resalta una rebaja de 15 centavos de dólar
por galón para los combustibles subsidiados; la derogación del decreto 95 que promovía la actividad
petrolera en la Amazonía; la modificación del decreto 151 para frenar las
concesiones mineras en áreas naturales protegidas, zonas intangibles, áreas de
recarga hídrica y territorios ancestrales de pueblos indígenas; aumento de
subsidios mensuales para las familias más pobres y condonación de deudas, entre
otros aspectos contemplados en el pliego de 10 puntos que presentaron las
organizaciones indígenas al inicio del Paro Nacional.
En
esta lucha resalta la enorme organización y capacidad de movilización de la
CONAIE, que le tocó enfrentar la que tal vez sea la mayor represión
policial-militar de su historia. La brutal represión desatada por el gobierno
del banquero Lasso generó seis fallecidos, más de trescientos heridos y más de
cien detenidos. Incluso el propio presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, fue
detenido al iniciarse el paro y se logró su liberación debido a la gran presión
nacional e internacional levantada a su favor.
Las
peticiones de la CONAIE habían sido formuladas ante el gobierno de Lasso desde
el inicio de su mandato en 2021, sin obtener ningún tipo de respuesta favorable
ante las mismas. Es por ello la decisión de las bases y la dirigencia indígena
de declarar el Paro Nacional indefinido a partir del 13 de junio del 2022.
A la
declaratoria de Paro Nacional se adhirieron otras organizaciones como la Unión
Nacional de Educadores (UNE, maestros), el Frente Unitario de Trabajadores
(organizaciones sindicales diversas), el Frente Popular, el movimiento
estudiantil universitario y algunos gremios del transporte, entre otros.
La
movilización indígena y popular se realizó en todas las provincias del país, y
una parte de esa movilización confluyó hacia la ciudad de Quito, capital de la
República y principal centro político del país. Fue en Quito donde el gobierno
de Lasso allanó con fuerzas policiales y militares a las universidades y
recintos culturales en donde estaban los manifestantes venidos de otras
regiones, no respetando la autonomía universitaria ni los espacios públicos que
tradicionalmente le han servido al movimiento indígena en su larga historia de
luchas.
Durante
todo el paro, la dirigencia indígena hizo reiterados llamados a mantener el
carácter pacífico de la protesta. Objetivo que en términos generales lo
lograron, pese a que fueron reprimidos como nunca antes en la historia reciente
del Ecuador. Incluso cuando el correismo[3]
propuso en la Asamblea Nacional la votación para destituir a Lasso, la CONAIE
indicó que ese no era el objetivo de la protesta (los diputados de Pachakutik[4],
no obstante, votaron a favor de esa propuesta). Esa iniciativa fue una
estrategia del correismo en el parlamento que buscaba pescar en río revuelto,
puesto que como fuerza política nunca tuvieron nada que ver con la gran
movilización popular desatada en todo Ecuador por las estructuras de base de la
CONAIE y demás federaciones indígenas. El correismo tiene votos. Pero no tiene
nada de organización indígena y popular.
A pesar de que, según
el censo, los indígenas serían apenas el 7 % de la población en Ecuador[5],
los levantamientos indígenas desde 1990 han derrocado a tres presidentes y
cuando no lo hacen, como en 2019 y ahora 2022, impactan profundamente,
paralizando todo el país.
En los primeros días
del Paro Nacional circularon por las redes unos vídeos de militares
retirados ecuatorianos "apoyando el paro". Parece que esos vídeos son
falsos (según informaron amigos ecuatorianos). Los videos parece que formaron
parte de una especie de trampa montada por Lasso para llevar a la CONAIE a una
lucha violenta que le permitiera al gobierno reprimir con toda la fuerza
policial y militar. De hecho esos videos coincidieron con la detención de Leonidas
Iza. Afortunadamente esos planes represivos de Lasso no pudieron
concretarse al nivel que tenían planificado (buscaban acabar con la CONAIE,
apresar a todos sus dirigentes e impedir cualquier manifestación popular).
Es aquí donde descuadran
completamente opiniones de algunos grupos "de vanguardia" que se
refirieron a la protesta pacífica de la CONAIE catalogándola de "insurrección
popular" que debía plantearse “echar a Lasso del poder”[6],
que era precisamente lo que afirmaba Lasso para justificar la represión. Es
muy difícil mantener una jornada de movilizaciones populares por 18 días
continuos en todo un país sin que se produzcan actos de violencia de los
propios manifestantes. Siempre habrá excesos, y siempre habrá infiltrados del
gobierno tratando de imponer una falsa "radicalización la lucha" para
justificar la represión. Incluso no hay que descartar que algunos grupúsculos
de ultraizquierda, que se hacen llamar "partidos del proletariado",
se metan en las movilizaciones indígenas para empujar actos violentos con miras
(delirantes) a "tomar el poder" (como lo sugieren algunos documentos
de dichas organizaciones)[7].
Descuadra aún más que
estos falsos "partidos de vanguardia" salgan a criticar los llamados
de la CONAIE a mantener la lucha de manera pacífica, y para remate insinúen que
Iza y demás dirigentes indígenas son traidores por sentarse a negociar con el
gobierno.
Creemos que la
conducción política del Paro Nacional por parte de la CONAIE fue impecable. La
destitución de Lasso no estaba planteada en el pliego de peticiones que impulsó
la movilización indígena y popular. Obviamente una paralización de todo un país
por varias semanas puede provocar la caída del gobierno en funciones; pero la
lucha indígena como tal nunca estuvo definida como de carácter “insurreccional”
ni buscaba entre sus objetivos derrocar al gobierno de Lasso. Esos llamados de
algunos grupos extremistas a la "insurrección", a propiciar un
"gobierno de la CONAIE", a no negociar, a mantener y radicalizar el
paro, son actos sumamente irresponsables. Prácticamente suicidas.
Por cierto, los que proponen
eso no estaban ni de cerca en la dirección colectiva del Paro Nacional. No
arriesgan nada. Ellos pretenden empujar a la CONAIE para que sea destrozada por
la represión policial-militar. Pero ellos a buen resguardo.
Como afirmó la Plataforma Ciudadana
en defensa de la Constitución en una declaración de solidaridad con el paro[8],
esta nueva jornada de lucha en el Ecuador es expresión “de la lucha de los
pueblos de Nuestra América para enfrentar las agendas económicas neoliberales y
extractivistas que han venido desarrollando en la última década todos los
gobiernos latinoamericanos (incluyendo los “progresismos” representados en los
gobiernos de Correa, Evo y Maduro)”.
La continuidad de los estallidos
sociales populares en todo el continente pueden sentar las bases políticas para
la construcción de nuevos programas de transformación social, que trasciendan
la demagogia de los gobiernos “progresistas” que como Maduro y Ortega han
traicionado abiertamente las agendas de cambio social popular que animaron la
ola izquierdista en el continente en los tres primeros lustros de este siglo
XXI.
Esas nuevas bases programáticas
para la transformación social están contenidas en la agenda de los movimientos
indígenas que hoy luchan en el Ecuador:
- una lucha consecuente contra el extractivismo minero-petrolero;
- una democracia comunitaria sustentada en las decisiones desde las bases populares y la autonomía local y regional;
- formas de representación política que excluyen a los “políticos profesionales” y enfatizan en los dirigentes naturales de las distintas organizaciones sociales;
- soberanía nacional ante las agendas que desde el exterior imponen las compañías multinacionales de todo el mundo globalizado;
- sistemas de seguridad social que garanticen condiciones de vida y de trabajo para toda la población;
- administración del Estado en todas sus instancias con base en la transparencia y la contraloría popular, para evitar y castigar la corrupción;
- respeto a la diversidad cultural y étnica;
- una economía social basada en la producción comunal autónoma, organizada nacionalmente utilizando las formas de democracia indígena que ya existen en confederaciones como la CONAIE.
Sin lugar a dudas, la CONAIE ha
triunfado. Ha logrado enfrentar la durísima represión del bárbaro Guillermo
Lasso, lo ha obligado a sentarse en la mesa de negociación y le ha arrancado al
gobierno reivindicaciones que durante todo el conflicto, Lasso y sus voceros
habían descartado ceder, como fue la disminución del precio de los
combustibles. La firma del acuerdo el 30 de junio la realizó el propio Leonidas
Iza, a pesar de que el presidente Lasso había declarado en los dos días
anteriores que el gobierno no aceptaría negociar con Iza y exigía una nueva
representación indígena.
La CONAIE, junto a sus principales
federaciones, la CONFENIAE (Federación de los pueblos indígenas de la Amazonía)
y la ECUARUNARI (Federación de los pueblos indígenas de la Sierra), unidas a la
FEINE, la FENOCIM y demás organizaciones del campo popular ecuatoriano, se
dispone a supervisar durante 90 días, los acuerdos a los que se comprometió el
gobierno. De no cumplirse dichos acuerdos, la movilización indígena y popular
se planteará de nuevo.
Respaldamos totalmente esta lucha
indígena y popular en Ecuador, y hacemos votos por el fortalecimiento de las
organizaciones que han conducido al triunfo del Paro Nacional. Los pueblos de
Nuestra América miran hoy hacia Ecuador, se solidarizan con su lucha, y
aprenden de sus experiencias.
Maracaibo, Tierra del
Sol Amada. 2 de julio de 2022.
[1] FEINE:
Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador.
[2] FENOCIM:
Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras.
[3]
Tendencia política del ex-presidente Rafael Correa, que posee la mayor fracción
parlamentaria en la Asamblea Nacional del Ecuador.
[4]
Pachakutik: Partido indígena vinculado a la CONAIE, pero que no representa de
manera directa las decisiones democráticas que la CONAIE asume desde sus
estructuras locales y regionales en todo el país.
[5]
Algunos autores calculan la población indígena en Ecuador muy por encima de esa
cifra. Otros autores mencionan que buena parte de la población que es
considerada “mestiza”, que constituyen el 72 % de la población total, es en
realidad población indígena.
[6]
Declaración de la organización LUCHAS, publicada en su página web: “¡Por un gobierno de la CONAIE, las Federaciones Indígenas y Campesinas,
Mujeres, Sindicatos y Organizaciones Populares!”. 28/06/2022. https://insisto-resisto.org/?p=23729
[7]
Como aparece en un artículo publicado en Aporrea, “Ecuador: Fuera Lasso”, que
firma una “Liga Internacional Socialista”. 01/07/2022. www.aporrea.org/internacionales/a313612.html