EL MOVIMIENTO DE TRABAJADORES EN VENEZUELA DURANTE EL
PERÍODO BOLIVARIANO (1999-2024)
Roberto López Sánchez[1].
Universidad del Zulia. Venezuela.
Publicado como tercer capítulo del libro "El Quinto Rey de la Baraja. Una crítica histórica del chavismo". Editorial Sultana del Lago. Maracaibo. 2025.
INTRODUCCIÓN
El presente
análisis se propone considerar el desempeño del movimiento de trabajadores en
Venezuela durante los 25 años del proceso político conocido como “revolución
bolivariana”, durante los períodos de gobierno de Hugo Chávez Frías (1999-2012)
y Nicolás Maduro Moros (2013-2024). Un período que implicó nuevas conquistas
legales en materia de derecho laboral, que presenció un renacimiento del
movimiento obrero y su protagonismo en los procesos de cambio que se
desarrollaron en la primera década del siglo XXI, y que ha involucionado hacia
las mismas políticas neoliberales de la década de 1990, ante las cuales el
movimiento de trabajadores, confundido y dividido por la modificación radical
del programa político y económico de la “revolución”, apenas en años recientes
ha comenzado un proceso de reorganización y lucha exigiendo respeto hacia los
derechos laborales y por el cese a las políticas represivas contra los
luchadores sociales.
EL MOVIMIENTO DE TRABAJADORES AL MOMENTO DEL TRIUNFO
ELECTORAL DE CHÁVEZ.
El movimiento de
trabajadores en Venezuela, al momento del triunfo electoral de Hugo Chávez en
diciembre de 1998, se encontraba sumamente debilitado por efecto de 40 años de
liderazgo socialdemócrata del partido Acción Democrática al frente de la mayor
central obrera del país, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV);
liderazgo caracterizado por la conciliación de clases como línea de acción, que
en la década inmediata anterior había
significado avalar los programas económicos neoliberales de los gobiernos de
Carlos Andrés Pérez (1989-1993) y Rafael Caldera (1994-1999) (López Sánchez,
2018: 135).
Aunque la campaña
electoral de Chávez tuvo respaldo de pequeños núcleos sindicales clasistas que
aisladamente pervivían en el país, el grueso de federaciones y sindicatos
permanecían bajo la conducción de la CTV, sumamente burocratizada y
desprestigiada entre la masa obrera. Ante la ausencia de un referente político-sindical
alternativo, “el movimiento obrero venezolano existente para 1998 se encontraba
totalmente entregado ante las políticas neoliberales, sin ofrecer la menor
resistencia, y en condiciones de debilidad política y organizativa que lo
ubicaban en posiciones claramente secundarias como actor del sistema político
imperante en Venezuela”. En ese contexto laboral se inició el gobierno de Hugo
Chávez en febrero de 1999 (López y Hernández,
2016-a: 41).
LOS DERECHOS
LABORALES CONSAGRADOS EN LA CRBV[2]
Y LA LOTTT[3]
Una característica
principal del período de gobierno de Hugo Chávez, fue la conquista de derechos
laborales consagrados en la constitución y las leyes. Primero en la Asamblea
Constituyente de 1999 y posteriormente en la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras aprobada en 2012.
En la nueva
Constitución aprobada el 15 de diciembre de 1999 se incorporaron una serie de
conquistas laborales significativas, que modificaron radicalmente la ejecutoria
neoliberal que había tenido el Estado venezolano durante la última década del
siglo XX. Estas conquistas provinieron de las iniciativas personales de algunos
constituyentistas, más que de un plan político previamente acordado en la
dirección del chavismo.
Los derechos de
los trabajadores consagrados en la Constitución Bolivariana de 1999 provienen
principalmente de una concepción ampliada del Estado de Bienestar surgido en el
siglo XX en las democracias liberales europeas y los Estados Unidos. Algunos de
esos derechos ya aparecían en la Constitución de 1961 y la de 1947. La
diferencia estriba en que fueron ratificados en un momento histórico en que el
capitalismo globalizado ya no defiende ni promueve esas conquistas obreras, y
que por el contrario predomina el modelo neoliberal, que consiste en el
desconocimiento y la restricción de esos mismos derechos.
Entre los derechos consagrados
constitucionalmente en 1999 y que se relacionan directamente con el mundo del
trabajo están:
·
El derecho de todo
ciudadano a la seguridad social como servicio público, y la obligación del
Estado de garantizarlo (artículo 86).
·
El derecho al trabajo y
la responsabilidad del Estado en fomentar y garantizar el empleo (art. 87).
·
La igualdad y equidad
de hombres y mujeres en el ejercicio del derecho al trabajo, y el
reconocimiento del trabajo del hogar como actividad económica que crea valor
agregado y produce riqueza y bienestar social. El derecho de las amas de casa a
la seguridad social (art. 88)[4].
·
La progresividad de los
derechos laborales y su carácter irrenunciable (art. 89)[5].
·
La reducción de la
jornada de trabajo diurna de 48 a 44 horas semanales (art. 90)[6].
·
La responsabilidad de
Estado en fijar el salario mínimo y de ajustarlo cada año de acuerdo con el
costo de la canasta básica (art. 91).
·
El derecho de los
trabajadores al pago de antigüedad (art. 92).
·
La garantía de la
estabilidad en el trabajo[7]
(art. 93).
·
El derecho de los
trabajadores a conformar sindicatos y la autonomía de los mismos con respecto a
los patronos y el Estado (art. 95).
·
La democracia sindical
entendida mediante la alternabilidad de los directivos sindicales a través de
sufragios universales, directos y secretos (art. 95).
·
El derecho a la
contratación colectiva[8]
(art. 96).
·
El derecho a huelga
(art. 97).
Si bien la
consagración constitucional de todos estos derechos no implicaba su ejecución
efectiva, podemos decir que en términos históricos y políticos estas conquistas
logradas en la Asamblea Constituyente fortalecieron el espíritu de lucha de los
trabajadores venezolanos, ampliaron significativamente sus derechos y su propia
conformación numérica (al considerar, por ejemplo, a las amas de casa como
trabajadoras).
No obstante, la
redacción de una nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT), mandato constitucional
que debía cumplirse al año de haberse instalado la nueva Asamblea Nacional
(disposición transitoria cuarta de la CRBV), no fue elaborada durante los
siguientes 13 años, y es solamente en 2012 que se procedió, mediante la Ley
Habilitante, a aprobar una nueva LOT.
Sin embargo, es
necesario resaltar el carácter progresista de estos derechos consagrados
constitucionalmente. Los mismos fueron ratificados luego de más de dos décadas
de aplicación descarnada de las políticas neoliberales en América Latina,
caracterizadas precisamente por su desconocimiento de conquistas laborales
históricas, y apenas dos años después de que el segundo gobierno de Rafael
Caldera (1994-1999) modificara en 1997 la Ley del Trabajo introduciendo
aspectos que vulneraban abiertamente los intereses de la clase trabajadora,
como la eliminación del cálculo retroactivo para el pago de las antigüedades y
la eliminación de la ley contra despidos injustificados.
La aprobación en
mayo de 2012 de una nueva Ley Orgánica del Trabajo que no sólo restituyó los
derechos conculcados en 1997, sino que incorporó y profundizó nuevas
reivindicaciones laborales y políticas, y el masivo respaldo a dicha ley
manifestado en la movilización de miles de trabajadores el 1º de mayo de 2012,
permitía hablar de una nueva situación en la cual los trabajadores venezolanos
comenzaban a jugar un papel destacado en el sistema político del país.
La nueva LOTTT fue
la respuesta del gobierno bolivariano a un proceso continuado de protagonismo
de los trabajadores desarrollado como respuesta al paro patronal-petrolero
realizado por Fedecámaras[9]
y la CTV en 2002-2003. A partir de allí, los trabajadores comenzaron a
movilizarse ensayando nuevos escenarios de producción mediante la recuperación
de empresas paradas y exigiendo la nacionalización/re-nacionalización de
empresas en manos privadas, imponiendo formas novedosas de organización de la
actividad productiva mediante los consejos de trabajadores y el control obrero,
propuestas que encontraron eco en el gobierno bolivariano y avanzaron a
convertirse en políticas de Estado.
En la esfera de
las reivindicaciones económicas propias de las negociaciones entre trabajo
asalariado y capital, la Revolución Bolivariana profundizó derechos y
conquistas sin parangón en la vida política anterior del país. Comenzando por
la recuperación de lo perdido por los trabajadores en la Reforma de la LOT en
1997: el cálculo del pago de la prestación de antigüedad en base al último
salario, y el pago doble de prestaciones por despido injustificado. A la vez en
esta nueva LOTTT se ampliaron otros derechos como:
·
Inamovilidad de dos
años a la trabajadora después del parto.
·
Inamovilidad de dos
años al padre trabajador después del parto.
·
Descanso pre y
postnatal: 6 semanas antes del parto y 20 semanas después del parto.
·
Guarderías: Desde los 3
meses hasta los 6 años. Pago de matrícula y mensualidades por el patrono.
·
Jornada laboral de 5
días a la semana, dos días de descanso continuos y remunerados. Jornada diurna
de 8 horas diarias y 40 horas semanales (antes eran 44 horas semanales, y un
solo día de descanso oficial).
·
Nuevos días feriados:
Lunes y Martes de carnaval, 24 y 31 de diciembre.
·
Bono vacacional: 15
días de salario normal más 1 día por cada año de servicio, hasta 30 días (antes
eran 7 días de salario hasta 21).
·
Bono de fin de año: 30
días (antes eran 15 días).
·
Los reclamos por
prestaciones sociales prescribirán a los 10 años (antes era 1 año). El resto de
reclamos laborales prescriben a los 5 años (antes era 1 año).
·
Queda prohibida la
tercerización. En un lapso no mayor de 3 años los patronos se ajustarán a ella,
incorporando a la nómina a los trabajadores tercerizados (el plazo venció el 7
de mayo de 2015).
La definición
contemplada en el artículo 25 de la LOTTT, que dice: “El proceso social de
trabajo tiene como objetivo esencial superar las formas de explotación
capitalista”, constituyó un aspecto que además de novedoso fue radicalmente
avanzado con respecto a toda la anterior legislación laboral venezolana, la
cual, como ya dijimos, siempre se limitó a regular las formas de explotación
del trabajo asalariado por el capital.
Son una serie de
aspectos reivindicativos unos y políticos otros (en el sentido de propuesta de
transformación política y socio-económica), que reunidos constituyeron un
avance histórico formidable con relación a lo que venían siendo las conquistas
de los trabajadores venezolanos desde que comenzaron sus primeras formas de
organización en los albores del siglo XX.
CRISIS Y CAÍDA DE
LA CTV COMO CENTRAL HEGEMÓNICA EN VENEZUELA
La tradicional
hegemonía de la Confederación de Trabajadores de Venezuela fue desplazada
completamente en la primera década del proceso bolivariano. Aunque la CTV
mantuvo su vigencia en los primeros años del bolivarianismo, su participación
tanto en el golpe de estado de abril de 2002 como en la huelga patronal de
2002-2003 significó un punto de inflexión a partir del cual los trabajadores
abandonaron masivamente los sindicatos afiliados a la CTV y procedieron a
constituir nuevos sindicatos denominados “bolivarianos”.
Luego de su
participación tanto en el golpe de abril como en el paro patronal de finales de
2002, la CTV entró en virtual colapso. Los sindicatos cetevistas se quedaron
vacíos de trabajadores, produciéndose una migración masiva de los mismos hacia
los nuevos sindicatos bolivarianos creados en los primeros años del gobierno de
Chávez. Esto no respondió a estrategia alguna del chavismo, fue simplemente un
proceso espontáneo en el cual los mismos trabajadores decidieron abandonar los
sindicatos y federaciones a los cuales habían estado afiliados por años y hasta
décadas, y constituir nuevos sindicatos que en la mayoría de los casos se
identificaron con el proceso bolivariano (en muchos casos la palabra
“bolivariano” estaba incluida en sus siglas).
Tan sólo en los
años 2003 y 2004 el número de sindicatos reconocidos por el Ministerio del
Trabajo aumentó de 2.974 a unos 4.000. La CTV había perdido para 2012, el 90 %
de los trabajadores que tenían afiliados en 1998, según declaraciones del
presidente de la Comisión Electoral Permanente de la CTV, Daniel Santolo, del
partido La Causa R (Santolo, 2012).
Progresivamente la
CTV quedó como un “cascarón vacío”, según palabras de algunos de sus propios
dirigentes. La asistencia de los trabajadores a las marchas sindicales
convocadas el primero de mayo de 2012 fue prueba contundente de este proceso
político. Mientras la marcha convocada por la nueva Central de Trabajadores
“oficialista”, la CBST, reunió a unas 400.000 personas en Caracas, la marcha
convocada por la CTV en otro lugar de la capital no reunió más de mil
trabajadores; una tercera marcha en Caracas, convocada por varias tendencias de
la UNETE, tampoco logró reunir a más de mil asistentes. Esta asistencia a la
marcha de la CBST se produjo a pesar del malestar existente en el seno de los
trabajadores y sus organizaciones debido a las incongruencias presentes entre
el discurso radical y “obrerista” de Chávez y sus principales voceros
gubernamentales, y la ejecución contraria que se observaba en las instituciones
del estado y el propio ministerio del trabajo. Reflejo de que las esperanzas de
cambio de la masa trabajadora prevalecían, para ese momento, sobre las
propuestas críticas.
NACIMIENTO DE LA
UNETE Y DE LA CBST
Luego del paro
petrolero de 2002-2003 se constituyó en Caracas la Unión Nacional de
Trabajadores (UNETE), central sindical cuyo nacimiento indicaba el fin de la
era cetevista. En asamblea nacional de trabajadores realizada en Caracas el 5
de abril de 2003, se aprobó la constitución de la Unión Nacional de
Trabajadores, fue designada una Coordinación Nacional horizontal con 21
miembros, representativos de los sindicatos y regiones fundamentales, elaborada
un acta constitutiva y un cuerpo de estatutos. Se otorgó el mandato a la
coordinación nacional de la UNETE de construir las estructuras nacionales y
regionales de la nueva central.
El 1 y 2 de agosto
de 2003 se realiza el 1er. Congreso de UNETE que aprueba la declaración de
principios, el código de ética sindical, la plataforma de lucha y un acuerdo
sobre la coyuntura del país. Se constituyeron las seccionales regionales de
UNETE en el país y se estructuraron los sectores nacionales. Igualmente se
discutieron las convenciones colectivas más importantes del país.
La UNETE
representó al movimiento de trabajadores venezolano ante la OIT y diversos
escenarios internacionales entre 2003 y 2011. Las diferencias entre las
tendencias bolivarianas que integraban la UNETE llevaron a que en 2006 la
corriente de trabajadores más ligada al oficialismo, la FSBT (Fuerza Socialista
Bolivariana de Trabajadores), abandonara esta central y comenzara esfuerzos
para construir otra central paralela. Las razones de fondo para este abandono
eran bastante simples: la FSBT era la tendencia más vinculada a Chávez, a
través de su fundador Nicolás Maduro, pero era bastante minoritaria dentro de
la UNETE. Destruían lo que no podían controlar. En el II Congreso de la UNETE
en mayo de 2006, la FSBT apenas tenía un 10 % de los delegados nacionales, en
contraste con un 60 % de la tendencia CCURA[10]
(vinculada al trotskysmo), un 20 % de la tendencia CTR[11],
liderada por Marcela Máspero, y un 10 % de otras tendencias minoritarias[12]
(Ultimas Noticias, 2006).
Los esfuerzos de
la FSBT por constituir una central de trabajadores paralela que diera al traste
con la UNETE se concretaron el 10 de noviembre de 2011, en el marco del llamado
Primer Encuentro de Trabajadores del Campo, la Ciudad y el Mar. Con la asistencia
y el pleno respaldo del presidente Hugo Chávez, y designando como presidente de
la nueva central al dirigente petrolero Will Rangel, se dio la conformación
definitiva de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), la que
logró agrupar a la casi totalidad de las federaciones sindicales de carácter
nacional ligadas al bolivarianismo.
El nacimiento de
la CBST, terminó de desplazar a la UNETE de la posición privilegiada que hasta
ese momento había ocupado como la principal central de trabajadores del país
(esa influencia de la UNETE se fue desmoronando entre 2006 y 2011). La
directiva de la CBST quedó constituida en 2011 por los siguientes dirigentes de
distintas ramas laborales: Will Rangel (sector petrolero y presidente de la
CBST), Franklin Rondón (sector público), Orlando Pérez (educación), Francisco
Torrealba (ferroviario), Braulio Álvarez (campesino), Eglée Sánchez (gráfico),
Octavio Solórzano (salud), Marcos Tulio Díaz (construcción), Carlos López
(sector universitario y coordinador nacional de la CBST), Julio Moreno
(pescadores), Rubén Linares (transporte pesado), Omar Acosta (sector público),
Omar Mora (Cantv y sectores conexos), Raúl Pinto (deporte), José Carrasco
(empresas recuperadas) y José Gil (empresas básicas).
A mediados de
2013, los sindicatos afiliados a la UNETE, relacionados con la Corriente
Sindical Cruz Villegas (vinculada al Partido Comunista de Venezuela), entraron
en contradicciones con la Corriente CTR y se incorporaron también a la CBST.
Con ello, la UNETE quedó aún más debilitada, sólo con el grupo de Máspero, y se
ha mantenido hasta el presente como central de trabajadores muy minoritaria y
sin mayor capacidad de movilización.
Dentro de la CBST han
existido corrientes políticas con importantes diferencias sobre la forma de
concebir al movimiento de trabajadores y sobre sus formas de organización y
lucha. La hegemonía de la FSBT dentro de la central oficialista se ha
desarrollado bajo prácticas antidemocráticas, imponiendo posiciones políticas
sin ningún tipo de consultas a las bases de los trabajadores, lo que ha
generado con el tiempo progresivas rupturas y desprendimientos de federaciones,
sindicatos y dirigentes descontentos con esa ausencia de democracia sindical en
la CBST.
Hasta la
actualidad, agosto de 2023, la CBST todavía no realiza elecciones, y sus
dirigentes siguen siendo los mismos designados al constituirse como central en
2011.
RENACE LA
COMBATIVIDAD EN EL MOVIMIENTO OBRERO DURANTE EL PERÍODO DE CHÁVEZ
Uno de los cambios
suscitados en el movimiento de trabajadores venezolano fue su considerable
movilización y confrontación contra las políticas de corte neoliberal que
permanecían en la gestión del gobierno de Hugo Chávez. Un hecho resaltante fue
la movilización de los trabajadores de SIDOR[13]
por lograr la renacionalización de esta empresa, privatizada en la década de
los 90 en el marco de los paquetes neoliberales aplicados por Carlos Andrés
Pérez y Rafael Caldera. Luego de varios años de masivos y violentos conflictos,
en 2008 el gobierno de Chávez finalmente accedió a nacionalizar a SIDOR, a
pesar de los problemas internacionales que esto traía debido a los acuerdos
económicos existentes entre el gobierno bolivariano y la república
Argentina.
Esta
nacionalización fue un considerable y significativo triunfo de los
trabajadores, el cual abrió paso al posterior proceso por el Control Obrero que
abarcó a todas las empresas básicas de Guayana (el denominado Plan Guayana
Socialista, aprobado en 2009) (López Sánchez, 2008).
Otro ejemplo de
significación fue la promulgación definitiva de la nueva Ley del Trabajo, las
Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT) en mayo de 2012; es de resaltar que, en
los años 2009, 2010 y 2011 se realizaron varias y masivas movilizaciones de
trabajadores exigiendo al gobierno la aprobación de la nueva ley (marchas
convocadas principalmente por la UNETE y por los promotores del Control
Obrero). Aunque el gobierno retardó por más de una década esta nueva ley del
trabajo, finalmente aceptó promulgarla, echando para atrás todas las medidas
neoliberales que promulgara Rafael Caldera en 1997 al reformar la LOT.
El movimiento de
trabajadores venezolano constituido a lo largo del proceso bolivariano, al
momento de la muerte de Chávez, expresaba signos de recuperación que
contrastaban con el anterior movimiento de trabajadores que en la década del 90
no pudo realizar jornadas de lucha para enfrentar las reformas laborales
neoliberales.
LOS DELEGADOS DE
PREVENCIÓN, EL CONTROL OBRERO Y LOS CONSEJOS DE TRABAJADORES
Durante el
gobierno de Chávez surgieron dos nuevas expresiones organizativas del
movimiento de trabajadores: los Delegados de Prevención, y los Consejos de
Trabajadores. Los primeros derivados de la reforma de la LOPCYMAT en 2005, y
los segundos contemplados en la nueva Ley del Trabajo de mayo de 2012
(LOTTT).
El control obrero
surgió como consigna de acción de los trabajadores venezolanos durante el paro
petrolero-patronal ocurrido en 2002-2003. Ante la paralización y el abandono
por los patronos de numerosas empresas, el movimiento obrero lanzó las
consignas de “fábrica parada, fábrica ocupada” y de “control por los
trabajadores de la actividad productiva”, lineamientos que comenzaron a
desarrollarse de manera espontánea, al producirse la ocupación por sus
trabajadores de numerosas empresas que habían parado su actividad, como ocurrió
en Venepal (Carabobo), Venezolana de Válvulas (Los Teques), Textiles Fénix
(Guárico), Perfumes Cristine-Carol (Caracas), y otras. Pero fue sólo a partir
de 2004, cuando el presidente Chávez ordenó la expropiación de Venepal, que el
control obrero comenzó a ser considerado como política del estado venezolano.
No obstante, no fue sino hasta 2009, luego de la renacionalización de Sidor
ocurrida en 2008, cuando el control obrero fue incluido como lineamiento
principal de gobierno en lo que se conoció como Plan Guayana Socialista (López
y Hernández, 2016-b: 197).
El impulso de esta
política de Control Obrero Socialista tenía por objetivo lograr el ejercicio
pleno de la democracia participativa y protagónica por parte de los
trabajadores, dentro y fuera de la fábrica. Como instrumento organizativo de
esta política se plantearon los Consejos de Trabajadores, para romper con la
división capitalista que agrupa por separado a los trabajadores en mecánicos,
electricistas, lubricadores, instrumentistas y operadores por gerencia, pasando
a la democracia directa que junte a la militancia revolucionaria en el debate y
la acción política (Adarfio, 2011: 52).
Para Carlos
Carcione, esta experiencia de Control Obrero (2003-2010) constituyó un
experimento colosal en la batalla de los trabajadores por reemplazar el actual
Estado Burgués por un nuevo Estado de transición al socialismo, que no debía
repetir los errores fatales de la experiencia soviética. La lucha de los
trabajadores por el control obrero generaría la convicción de que se hace
necesario construir un régimen político esencialmente diferente al actual, que
acabe con la propiedad privada de los medios de producción y las relaciones de
producción capitalistas, y liquide al viejo Estado Burgués para construir un
nuevo Estado de transición al Socialismo (Carcione, 2010: 70).
Aunque los
Consejos de Trabajadores no tuvieron existencia jurídica hasta mayo de 2012,
los mismos comenzaron a constituirse desde el 2003, como expresión de grupos de
trabajadores que deseaban mantener en funcionamiento empresas paradas por los
patronos durante el paro de 2002-2003, o empresas que habían sido abandonadas
por esos mismos patronos y que se encontraban sin actividad. Posteriormente,
los Consejos de Trabajadores comenzaron a ser promovidos desde el mismo Estado,
por el Ministerio del Trabajo y otros ministerios ligados a la administración
de fábricas recuperadas, aunque sin responder a una política única y coherente.
La nueva LOTTT de 2012 estableció que se elaboraría una ley especial para los
consejos de trabajadores, ley que fue aprobada en enero de 2018, modificando el
nombre a “ley de los consejos productivos de trabajadores”[14].
Esta ley de
consejos productivos de trabajadores (CPT) aprobada en 2018 modificó
considerablemente los objetivos bajo los cuales nació el llamado “control
obrero”, luego de la derrota del paro patronal-laboral golpista de diciembre
2002-enero 2003. Los CPT no los consideró la ley como una organización de todos
los trabajadores de la fábrica o empresa, sino que los redujo a un número de 3,
5 o máximo 7 personas. Es decir, de una práctica asamblearia que se practicó en
numerosas empresas como Sidor, Alcasa, Venepal, Venezolana de Válvulas y otras,
se pasó a designar, en “asamblea de trabajadores”, a un grupo muy reducido de
personas que asumen para sí las funciones que inicialmente se plantearon como
potestad de la asamblea de trabajadores misma. Es de resaltar que en empresas
como Sidor y Alcasa, las asambleas de trabajadores inspiradas en el control
obrero, realizadas en 2008-2009, fueron las que designaron a los trabajadores
que asumieron la dirección de estas grandes empresas del Estado.
Las funciones de
los CPT se redujeron, en la ley de 2018, a “fiscalizar los procesos de
producción”, “a informar al patrono de las recomendaciones propuestas”, y a
“denunciar ante los organismos competentes” las “acciones contrarias al sistema
económico” venezolano. De organismos asamblearios de control obrero, los CPT
terminaron siendo un pequeño comité de fiscalización que realizan propuestas y
denuncias ante los patronos y organismos del Estado, funciones que
perfectamente pueden cumplir, y en la práctica las han cumplido siempre, las
mismas organizaciones sindicales.
En el caso de los
Delegados de Prevención y los Comités de Seguridad y Salud Laboral (CSSL), la
promoción de los mismos ha corrido por cuenta del INPSASEL[15],
instituto adscrito al Ministerio del Trabajo, y su expansión por todo el país y
por diversas empresas e instituciones públicas y privadas los convirtió, por un
tiempo, en una herramienta organizativa casi tan generalizada como los propios
sindicatos.
Los Delegados de
Prevención fueron electos a través del Ministerio del Trabajo, durante un
período aproximado que va del año 2003 al 2010. Durante ese tiempo, el INPSASEL
contribuyó a fortalecer la organización de los trabajadores en las empresas
donde no existían sindicatos, o donde la actividad sindical era muy reducida. En
empresas grandes como Pequiven (Petroquímica) en el estado Zulia, llegaron a
elegirse hasta 90 delegados de prevención. También fueron electos delegados de
prevención y los CSSL en empresas del Estado donde existía una fuerte
organización sindical; en este caso, la orientación asumida tanto por el
ministerio del trabajo como por las tendencias clasistas de trabajadores, fue
la búsqueda de la complementariedad entre los sindicatos y los delegados de
prevención, aunque en muchas empresas del Estado y también privadas se
presentaron contradicciones entre las directivas sindicales y los comités de
seguridad y salud laboral.
Ya entrado el
gobierno de Nicolás Maduro, el ministerio del trabajo no le dio mayor
continuidad a la promoción de los delegados de prevención, muy probablemente
porque eran elegidos democráticamente en asamblea, por turno y por área de
trabajo dentro de la empresa, y representaban un colectivo de trabajadores con
autonomía, sustentada en las atribuciones que le confiere la Lopcymat (aún
vigente), y por tanto, de difícil control por parte de la burocracia del
Estado. Hoy en día, los delegados de prevención y los CSSL son una figura muy
debilitada y casi inexistente.
DEBILIDADES
PRESENTES EN EL MOVIMIENTO DE TRABAJADORES QUE SURGIÓ DURANTE EL GOBIERNO DE
CHÁVEZ
La hegemonía en la
CBST de tendencias políticas que no respaldaban la autonomía sindical (ante el
Estado, ante los patronos y ante los partidos) y que en contrario promovían la
subordinación de las organizaciones obreras ante el Estado y el partido
dirigente, constituía un elemento negativo para el futuro del movimiento de
trabajadores, amenazando desviarlo hacia caminos burocráticos que repetirían la
experiencia de la vieja CTV
.
En general, permanecían para el
2013, en la nueva central CBST, vicios y prácticas burocráticas que existían
antes en la vieja CTV. Lo más resaltante, la pérdida absoluta de autonomía y la
subordinación total a las directrices del poder ejecutivo; el discurso de los
principales directivos de la CBST era y sigue siendo muy similar al que
realizan los funcionarios en cargos patronales (directores de empresas e
instituciones estatales).
EL VUELCO HACIA EL NEOLIBERALISMO
DE NICOLÁS MADURO, Y EL ACOMPAÑAMIENTO DE LA CBST A ESA NUEVA RUTA NEOLIBERAL
DE LA “REVOLUCIÓN”.
A pesar de que el dirigente que
asumió la conducción de la “revolución” luego de la muerte de Chávez, Nicolás
Maduro, proviene del sector obrero y ha contado con el respaldo unánime de toda
la dirigencia de la Central de Trabajadores oficialista (la CBST), su gestión
de gobierno, lejos de favorecer a la clase trabajadora, asumió progresivamente
un programa económico de carácter neoliberal, combinado con una política
antisindical de restricción de los derechos laborales y de represión contra los
dirigentes obreros que han hecho resistencia a estas políticas (La Izquierda
Diario, 2022).
Entre las principales medidas de
flexibilización laboral tomadas por el gobierno de Maduro, destacan:
·
El memorándum 2792 del
ministerio del trabajo, aprobado en 2018, que desconoció, con la excusa de las
sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos y países de Europa occidental
contra Venezuela, todas las contrataciones colectivas vigentes (Las Comadres Púrpuras,
2019).
·
El denominado
“instructivo Onapre”, aprobado en 2022, que impidió que el aumento salarial
decretado por el gobierno en marzo de ese año, tuviera incidencia en las
escalas salariales de la administración pública de acuerdo a las contrataciones
colectivas que recientemente había firmado la misma CBST con el gobierno
(Acceso a la Justicia, 2022).
·
El aplanamiento de las
tablas salariales de la administración pública, reduciendo al mínimo las
diferencias salariales entre las primeras y las últimas escalas, dejando caer
los salarios hasta en un 96 % con relación al 2007, desconociendo la antigüedad, la capacitación profesional
y técnica, los grados de responsabilidad y la meritocracia de los trabajadores
(El Economista, 2023).
·
La
bonificación del salario, negando cualquier aumento del salario propiamente
dicho, y limitándose a otorgar bonos de alimentación y otros bonos no
contabilizables para efecto de pago de prestaciones sociales, bonos
vacacionales y utilidades de fin de año. Desde marzo de 2022, el gobierno
mantiene un mismo salario mínimo de 130 bolívares mensuales, que al momento de
ser aprobado equivalía a 30 $ y hoy equivale a menos de 3 dólares mensuales, a
pesar de que la inflación en el tiempo trascurrido supera el 400 % (DW-a,
2023).
Entre las políticas económicas
neoliberales ejecutadas por el gobierno en la última década, destacan:
·
La creación de Zonas
Económicas Especiales, que constituyen espacios productivos en los cuales se
desconocen los derechos laborales, regulaciones ambientales y supresión de
impuestos. Siendo la principal de ellas, el Arco Minero del Orinoco, creado en
2016, que ocupa el 12 % del territorio nacional, y que fue aprobado y ha
funcionado violando numerosas disposiciones de la Constitución nacional (OEPV,
2022).
·
La libre flotación
(devaluación) de la moneda. Liberación de precios de productos de primera
necesidad (antes regulados). Libre importación de bienes que tradicionalmente
eran producidos en el país (favoreciendo una burguesía importadora ligada al
gobierno y perjudicando a los productores nacionales). Mantenimiento del IVA
como impuesto regresivo que termina pagando el pueblo trabajador. Privatización
de numerosas empresas propiedad del Estado, muchas de las cuales que habían
sido estatizadas y nacionalizadas en el período de Chávez (López Sánchez, 2022).
Entre las políticas represivas
contra los sindicatos y dirigentes laborales que han enfrentado este giro
neoliberal del gobierno de Maduro, destacan:
·
Las recientes
sentencias judiciales en donde se condena a 16 años de cárcel a seis activistas
del movimiento de trabajadores[16] (DW-b, 2023). Con ello, el gobierno envía un duro
mensaje represivo a las constantes y masivas protestas laborales que en el
último año han sacudido todas las ciudades venezolanas.
·
La detención por la
inteligencia militar de dos dirigentes sindicales de SIDOR, Leonardo Azócar y
Daniel Romero, por estar encabezando las protestas laborales que se han
suscitado en la siderúrgica desde los primeros meses de 2023 (Efecto Cocuyo,
2023). En el mismo estado Bolívar, la contrainteligencia militar también
mantiene detenido a Bladimir Tremaria, presidente del Frente Unido de
Trabajadores Socialistas del estado Bolívar (FUTSEB) y trabajador del sector
construcción, por encabezar varias jornadas de protesta laboral exigiendo
mejores condiciones salariales y de trabajo (NTA, 2023).
·
En enero de 2024, fue
detenido Víctor Venegas, presidente del sindicato magisterial Fenatev, en el
Estado Barinas. Hasta marzo de 2024, el profesor Venegas continúa detenido,
acusado de participar supuestamente en una conspiración para derrocar al
gobierno[17].
La detención de Venegas se produjo en la misma semana en que se produjeron
masivas manifestaciones de maestros en Barinas y en otros estados del país. En
el mes de marzo, el profesor Venegas fue liberado, con medidas cautelares[18].
·
En los años posteriores
a Chávez (falleció en 2013), el gobierno ha impedido, mediante sentencias del
Tribunal Supremo de Justicia, la realización de elecciones sindicales en las
principales federaciones y empresas (como la Federación Petrolera –FUTPV-, y
SUTISS, el sindicato de Sidor).
Ante toda esta política de
flexibilización laboral que impone el gobierno de Maduro, y ante las medidas
represivas que los cuerpos policiales vienen tomando contra los principales
dirigentes obreros (donde destaca la calificación de “actividades terroristas”
y el uso de tribunales antiterroristas para juzgar a los líderes obreros), la
central de trabajadores oficialistas, CBST, ha convalidado las políticas
gubernamentales, justificando tanto el programa de flexibilización laboral, con
la excusa de las sanciones impuestas por el imperialismo estadounidense, como
la represión contra los líderes sindicales (PSUV, 2023).
LOS TRABAJADORES SE ORGANIZAN Y
LUCHAN CONTRA LA POLÍTICA NEOLIBERAL DE NICOLÁS MADURO
El 18 de marzo de 2023, 170
delegados y representantes de sindicatos, federaciones y movimientos de
trabajadores, de 17 estados de Venezuela, se reunieron en Caracas y
constituyeron el Comité Nacional de Conflicto de los Trabajadores en Lucha
(CNC-TL), con el objetivo de aglutinar todas las movilizaciones y conflictos de
las regiones en una sola lucha, para recuperar todos los derechos laborales,
sociales, económicos y civiles conculcados por el gobierno neoliberal de
Nicolás Maduro (Aporrea, 2023).
El CNC-TL
constituye un esfuerzo de organización nacional que busca unificar las masivas
protestas que los trabajadores venezolanos han venido protagonizando en el
último año, exigiendo de manera principal un salario digno, acorde a lo
establecido en el artículo 91 de la Constitución, pues el salario mínimo
vigente hoy día es menor a los cinco (5) dólares mensuales, representando el
salario más bajo de Latinoamérica y uno de los más bajos del mundo. Actualmente
el CNC-TL se ha extendido a todos los estados de Venezuela y se encuentra en
proceso de consolidar su organización en las principales ciudades del país, al
calor de las movilizaciones y jornadas de lucha por salarios dignos, respeto a
las leyes laborales y cese a la represión gubernamental.
En un contexto de
profunda corrupción en los altos niveles de la administración pública,
reconocidos por el propio gobierno ante las constantes detenciones judiciales
de ministros, presidentes de empresas públicas, diputados y oficiales
militares, Nicolás Maduro se ha escudado en las sanciones económicas que el
gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto contra
Venezuela, para justificar su programa neoliberal y de manera específica su
política de destrucción del salario.
Reconociendo que
dichas sanciones constituyen una intromisión inaceptable de potencias
extranjeras en los asuntos internos de Venezuela, los trabajadores afirman a la
vez que dichas sanciones no repercuten en la élite gobernante, sino que afectan
directamente al pueblo venezolano. Considera la CNC-TL que estas sanciones no
son la causa principal de la “flexibilización” de las relaciones laborales que
aplica el gobierno de Maduro. La crisis en nuestra industria petrolera obedece
principalmente a la gran corrupción que impera en el alto gobierno, como se
demuestra con los procesos judiciales contra casi todos los directivos de
PDVSA, que han ocurrido en años recientes.
El trabajo
asalariado en Venezuela se ubica hoy en niveles prácticos de esclavitud, pues
los trabajadores no obtienen por su trabajo una remuneración que les permita
cubrir los gastos mínimos de subsistencia de ellos y sus familias (en agosto de
2023, una familia necesita 118 salarios mínimos para cubrir gastos de
alimentos). La política laboral de Maduro, de esclavitud asalariada, ha
generado una enorme migración de jóvenes y de trabajadores especializados que,
junto a sus familias, huyen del país buscando mejores condiciones de trabajo.
Más de siete (7) millones de venezolanos han emigrado, porque en Venezuela
sienten que no pueden sobrevivir con los salarios y las condiciones laborales
existentes.
Ante esta grave y
brutal realidad, la conformación del CNC-TL constituye un paso adelante en el
fortalecimiento de las luchas laborales que, desde el año 2022, se vienen
suscitando en todos los rincones del país. En lo inmediato, la CNC-TL se ha
propuesto la convocatoria de un Congreso Nacional de Trabajadores, que
profundice la organización y el debate al interior del movimiento obrero
venezolano, avanzando a definir un programa de luchas que contribuya a
enfrentar a un gobierno totalmente intransigente, que a pesar de obtener
importantes ingresos en divisas provenientes de la explotación de petróleo,
oro, coltán, bauxita, carbón, litio y diamantes (ingresos que no son de
conocimiento público, amparados en leyes anticonstitucionales como la llamada
“ley antibloqueo”, que en la práctica suspende la vigencia de la CRBV y otorga
poderes extra constitucionales al ejecutivo para dirigir la economía del país),
se niega a reconocer la necesidad de un salario digno y de condiciones dignas
de trabajo para el pueblo venezolano, y que responde con la represión ante las
numerosas movilizaciones laborales en todo el país.
La Coordinación Nacional del Comité
Nacional de Conflicto-Trabajadores en Lucha, quedó integrada inicialmente por:
Raquel Figueroa (CNProfesores), Gregorio Afonso (APUCV), Pedro Eusse (CUTV),
Eduardo Sánchez (SINATRA/UCV), José Bodas (FUTPV), José Basanta (SITRALUMINA
Bolívar), Ana Rosario Contreras (Col. Enfermería DC), Carmen Teresa Márquez
(FVM), Servando Carbone (UNETE), Dick Guanique (FADESS), Pedro García
(ASOCEJUPRC), José Teixeira (FENATEV), Gricelda Sánchez (FORDISI), Ana Yánez
(UNETE), Edgar Silva (Comité Pensionados del IVSS), Ketha Stephany (FAPUV),
Yanny González (Col. Enfermería Barinas), José Jiménez (AEUC Carabobo), Oswaldo
Méndez (Corpoelec Lara), Nelson Álvarez (APUNELLARG Guárico), Alí Gavidia
(Sindicato CANTV Mérida), Luisa Rada (SITRAENSEÑANZA DC Caracas), Argelia
Castillo (Central ASI), Ofelia Rivera (UDSE Caracas), Juan Carlos Calderón (USB
La Guaira), Ronald Rodríguez (SITRAIUT Sucre), Pedro Moreno (DDHH CTV), Orlando
Chirinos (CCURA), Jorge Tovar (FETRASINED Monagas), Carlos Timaure (CTL
Miranda), Nairobi Ávila (Coalición Magisterio Yaracuy), Jesús León (SOLUZ
Zulia), Ángel Castillo (Colectivo 2 de Junio Caracas), Freddy Lucena (CTL
Aragua), Manuel Vásquez (CTL Aragua), Arturo Gómez (Trab. del Campo Guárico), Wolfang
Acosta (SUNEP Amazonas), Thony Navas (Sirtrasalud Caracas), Jhonny Magdaleno
(Fetracarabobo), Islenis Pulido (FETRASINED), Raul Ordóñez (Zulia), Juan
Contreras (Sindicato Minero), José María Bastidas (Comité Conflicto Padres y
representantes Trujillo), José Luis Sánchez (UDO Sucre), Alex Sánchez (SUTICEZ
Zulia), Juan Gutiérrez (Palabra Obrera), Albert Villarroel (ATAUNEG Guárico),
Edgar Pérez (CAIT), Luis Bastardo (UPTOS Sucre), Emilio Losada (FENAJUPV),
Jenny Silva (Sindicato Obreros Alcaldía Caracas) y otros que posteriormente han
sido designados.
ALGUNAS
CONCLUSIONES
Durante el período
de gobierno de Hugo Chávez (1999-2012) se generó un proceso de organización,
movilización, lucha y reflexión teórica del movimiento de trabajadores
venezolano, destacando la voluntad de sectores de la clase decididos a
transitar los caminos de profundas transformaciones políticas, económicas,
sociales y culturales, afirmando que su norte era la construcción de un nuevo
modelo productivo socialista que acabara con la explotación del trabajo
asalariado por el capital y sentara las bases de una verdadera justicia social.
Pero ese horizonte
de cambios fue abruptamente eliminado con la gestión neoliberal del gobierno de
Nicolás Maduro. Todas las conquistas laborales del período de Chávez fueron
borradas del mapa en el gobierno de Maduro. Junto a eso, la conducta de los
dirigentes de la CBST en el marco de la profunda crisis económica desatada en
los últimos años (2013-2023), al tratar de contener las luchas obreras y
respaldar políticas laborales neoliberales como la bonificación del salario y
la represión contra las protestas obreras, los ha deslegitimado como
representantes de los trabajadores.
Si bien se puede
hacer un balance histórico bastante positivo sobre el desarrollo del movimiento
de trabajadores durante el período de gobierno de Chávez, la poca consolidación
organizativa y teórico-política del movimiento obrero, unido al giro neoliberal
que dio la dirigencia del PSUV en la última década, impidieron la permanencia
de las importantes conquistas laborales logradas en ese período, a la vez que
han dificultado el desarrollo mismo de las organizaciones de trabajadores
siguiendo los parámetros de democracia participativa y de lucha anticapitalista
que se delinearon durante el proceso chavista.
Hoy en 2024, la lucha de la clase
trabajadora venezolana es a la vez la lucha de todos los trabajadores del mundo
contra la exacerbación de la explotación capitalista que impone el
neoliberalismo, aunque se disfrace de “gobierno obrerista y socialista”.
Maracaibo, 12 de diciembre de 2024.
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la DGCIM en Bolívar estaría detrás de la detención de sindicalista”, 03 de
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o Ultimas Noticias, “En la UNETE la lucha por la
presidencia es peleando”. Aporrea.org, 12/03/2006, https://www.aporrea.org/actualidad/n74410.html
[1] Roberto López
Sánchez. Doctor en Ciencia Política y Magister en Historia. Profesor titular de
la Universidad del Zulia (Maracaibo, Venezuela). Dicta clases en la
Licenciatura de Antropología, entre otras materias: Historia de Venezuela,
Historia de América; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas. Ha
publicado (entre otras): Historia Descolonizada de América (2023); El
proceso bolivariano en Venezuela: ¿Socialismo, populismo o neoliberalismo?
(2023); Movimientos sociales, organizaciones indígenas y partidos progresistas
en las crisis políticas de Ecuador, Bolivia y Perú (2023); El proceso chavista:
un análisis histórico comparativo (2023); La nueva historia descolonizada de
América (2022); La civilización Caral y sus implicaciones. Una nueva
historia de América y del mundo (2019); Las selvas
antropogénicas de los indígenas amazónicos (2020); Un nuevo debate sobre la
América indígena. ¿se puede seguir llamando nuevo mundo? (2019); El movimiento de trabajadores en Venezuela durante la revolución
bolivariana: 1999-2012 (2017); La industria petrolera en Venezuela: relaciones de
trabajo y conciencia de clase: 1914-2015. (2016); Trayectoria del movimiento de
trabajadores en un siglo de historia de Venezuela (2016); El protagonismo popular en la historia de Venezuela (2015); Venezuela
ante la globalización, la crisis mundial y los retos de su desarrollo (2012); Movimiento estudiantil y proceso político
venezolano, 1958-1989 (2007). Correo: cruzcarrillo2001@yahoo.com.
[2]
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
[3] Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.
[4] Los
derechos consagrados en este artículo fortalecen un concepto ampliado de “clase
trabajadora”. Por una parte, se otorga a la mujer un papel equitativo en el
derecho a obtener empleo, y por la otra se considera a las amas de casa como
“trabajadoras”.
[5] Todas las reformas
laborales promovidas por el Fondo Monetario Internacional en América Latina
desde finales de los 70 tienden a restringir los derechos laborales, lo que
implica la renuncia a muchas conquistas que se mantuvieron vigentes por
décadas. Esta misma restricción de los derechos laborales es la que se aplica
actualmente en los países de la Unión Europea, en Inglaterra y en los Estados
Unidos. El actual gobierno de Maduro ha desconocido todos estos avances
legales, aplicando una flexibilización laboral en el mismo estilo de las
recetas fondomonetaristas.
[6] La reforma
laboral europea de la última década busca el aumento de la jornada de trabajo
en varios países (por ejemplo, en 30 minutos diarios en Portugal).
[7] La reforma laboral española
y griega ejecutada en 2012 implicó facilitar y abaratar los despidos.
[8] Las
reformas neoliberales tienden al desconocimiento de las contrataciones
colectivas, al debilitamiento de las organizaciones sindicales, y al fomento
del contrato individual entre trabajador y patrono, rompiendo con la fuerza
negociadora que la clase trabajadora acumuló de sus experiencias de lucha
durante los siglos XIX y XX.
[9] Federación de
Cámaras Empresariales, principal gremio patronal de Venezuela.
[10] Corriente
Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma. Liderada principalmente por
Orlando Chirinos y Stalin Pérez Borges (para ese año 2006). Pérez Borges
posteriormente contribuyó a conformar la corriente Marea Socialista.
[11] Colectivo
de Trabajadores en Revolución.
[12]
Estuvimos
presentes en ese congreso, como integrante de CCURA, para ese entonces.
[13] Siderúrgica del Orinoco.
[14] https://www.nortonrosefulbright.com/-/media/files/nrf/nrfweb/imported/la---ley-constitucional-de-los-consejos-productivos-de-trabajadores.pdf?la=es-es
[15] Instituto
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales.
[16] Los
sentenciados a pagar 16 años de cárcel son los trabajadores Reynaldo Cortés, Alonso Meléndez,
Alcides Bracho, Néstor Astudillo, Gabriel Blanco y Emilio Negrín, todos
activistas sindicales y militantes de partidos opositores. Estos trabajadores
detenidos fueron liberados en diciembre de 2023, producto de los acuerdos de
Barbados entre el gobierno de Maduro y sectores de la oposición.
[17] https://elpitazo.net/los-llanos/barinas-victor-venegas-lider-sindical-detenido-29-anos-al-servicio-del-magisterio/
[18]
https://talcualdigital.com/excarcelan-al-sindicalista-victor-venegas-tras-casi-dos-meses-detenido/