Llamado a Exigir un Plan Nacional de Vacunación Concertado, Universal y Transparente
28 de marzo de 2021.- Por iniciativa de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución (PCDC) y el Grupo Pensamiento Crítico (GPC) se está promoviendo una Exigencia Pública a las Instituciones del Estado, para que se avance de manera urgente en un Plan Nacional de Vacunación Concertado, Universal y Transparente de carácter masivo, inmediato y orientado a garantizar el Derecho a la Salud de toda la población del país. Hacen un llamado para incorporarse a esta iniciativa utilizando cada quien y/o cada colectivo los medios de los cuales disponga para impulsarla en forma urgente. Si adicionalmente deciden suscribir este documento, pueden hacerlo a través del siguiente correo: plataformaciudadana2020@gmail.com A continuación la Exigencia Pública: EXIGIMOS UN PLAN NACIONAL DE VACUNACIÓN CONCERTADO, UNIVERSAL Y TRANSPARENTE PLATAFORMA CIUDADANA EN DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN (PCDC) Y GRUPO PENSAMIENTO CRÍTICO (GPC) Esta pandemia es el síntoma de la profunda crisis que amenaza la vida del planeta. El capitalismo destroza al mundo convirtiendo la naturaleza en mercancías para el mercado global, y esa destrucción es el determinante del "salto" al ser humano de un virus que circula naturalmente entre animales desde hace miles de años. En palabras de Boff, teólogo brasileño: "enfermamos al planeta, y el planeta nos enferma a nosotros"; o como dice Harvey, geógrafo británico, "esta pandemia es la venganza de la naturaleza por el profundo deterioro ambiental que le hemos ocasionado". Pandemia, enfermedades emergentes, cambio climático, incremento de la magnitud y severidad de los desastres naturales, son simples, pero macabras, expresiones del deterioro que le ha producido a la naturaleza el capitalismo extractivista y ecocida. Si creemos que el problema de la pandemia lo resolvemos con una vacuna, es porque somos incapaces de ver la crisis que afecta al mundo actual y el daño que estamos ocasionando a la madre tierra. Para enfrentar esta epidemia podemos necesitar una vacuna, pero si no resolvemos el problema central, vendrán nuevas epidemias. Por eso afirmamos: LA VACUNA ES NECESARIA, PERO INSUFICIENTE. LA VACUNA NO PUEDE SER UN NEGOCIO PARA POCOS, DEBE SER UN DERECHO PARA TODOS Las vacunas, como los medicamentos, están regidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo cual transforma a las vacunas en mercancías. Para ser país miembro de la OMC es obligatorio firmar el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio conocido por sus siglas ADPIC. Ese tratado establece patentes que se convierten en monopolios que impiden la producción y comercialización masiva de vacunas y medicamentos. Hace pocos días Sudáfrica y la India llevaron a la OMC una propuesta para liberar a las vacunas de las patentes, pero a pesar de que recibió el apoyo de más de cien países, los EE.UU y la Unión Europea bloquearon e impidieron su aprobación. Eso demuestra el carácter no democrático de ese organismo, y la prevalencia de los intereses económicos de la industria farmacéutica sobre la salud de la población. Nuestra propuesta es que las vacunas no pueden ser un negocio para enriquecer a unos pocos, son parte fundamental del derecho a la salud. ENORMES DESIGUALDADES EN ACCESO Y DISTRIBUCIÓN DE VACUNAS Existe un grave problema en la distribución y aplicación de las vacunas a nivel mundial. Los EE.UU con solo 4 % de la población mundial han acaparado el 25 % del total de vacunas. Se estima que para el día de hoy se han aplicado en el mundo alrededor de 490 millones de dosis, lo que representa menos del 10 % de la población mundial, y cerca del 80 % se han aplicado en sólo diez países, el resto del mundo está desprotegido. En América Latina se han aplicado alrededor de 40 millones de dosis, el 90 % de ellas en cinco países (Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia). En Venezuela no se conoce la cifra de vacunas aplicadas, pero se estima de las más bajas del continente. Esto plantea un problema de gran importancia, la SOBERANIA SANITARIA, entendida como la capacidad de un país o región, para proveerse de los conocimientos, tecnologías e insumos necesarios, incluidas vacunas y medicamentos, para satisfacer las necesidades de salud de la población y garantizar su derecho a la salud. Pocos son los países que cuentan con una industria farmacéutica pública que permite garantizar independencia y soberanía. El grueso del mundo, y también Venezuela, es dependiente de la gran industria farmacéutica privada. Y se da un fenómeno deplorable, los Estados financian la investigación, pero es la empresa privada la que desarrolla la tecnología, y luego vende al Estado su producto. En pocas palabras, el Estado invierte y compra, y la industria farmacéutica produce y gana. Un ejemplo: MODERNA, empresa de los EE.UU recibió el 100 % del financiamiento para la producción de su vacuna del presupuesto público, pero la vende a un promedio de 30 dólares la dosis. Esa empresa facturó en el 2019 la cantidad de 217 millones de US$, en el 2021 se estima que facturará 29.000 millones de dólares. Ese es el gran negocio: el estado paga, para que el gran capital gane. Y no existen dudas en relación a la pugna por el control del mercado mundial de vacunas, ya lo vimos con la guerra publicitaria que generaron los anuncios preliminares de su aprobación y efectividad, lo hemos visto en los ataques a las vacunas rusa, china y cubana, y ahora, pareciera que parte de la impugnación a la vacuna de AztraZeneca gira alrededor de esa disputa por el mercado, sin poner en duda los posibles efectos adversos que vienen siendo investigados. Alertamos, existen grandes vacíos de conocimiento alrededor de esta pandemia, uno de ellos en relación a las vacunas y la inmunidad. No se sabe cuál será la duración de la inmunidad que producirá la vacuna, que se puede reducir a uno o dos años, lo que convendría a la industria farmacéutica, para hacernos dependientes de vacunas, que tendrían que repetirse anualmente. No se sabe tampoco con certeza la protección de estas vacunas ante las diversas variaciones y mutaciones del virus. Estos vacíos de conocimientos, nos hacen presa fácil de los intereses del gran capital farmacéutico y del complejo médico industrial que ha convertido esta pandemia en una gran oportunidad de ganancias. SOBRE LA VACUNACIÓN EN VENEZUELA Aunque necesario, no pretendemos en esta Declaración analizar la pandemia en Venezuela, solo comentaremos lo relativo a las vacunas. Señalamos en primer lugar, que no existe información oficial sobre el tema. Al revisar la página web del MPPS se aprecia que no existe información sobre vacunación para el COVID. La inexistencia de un Plan Nacional de Vacunación que haya sido presentado y publicado es una severa deficiencia. El secretismo y la opacidad son dos características del modelo informativo del gobierno nacional. Las siguientes, son informaciones que provienen de fuentes oficiales, pero a través de los reportes de prensa del Presidente o sus representantes:
Vale señalar, que teniendo Venezuela una población mayor de 15 años de aproximadamente 20 millones de habitantes, se requerirían 40 millones de dosis si queremos inmunizar al 100 % de la población, y 28 millones de dosis si quisiéramos inmunizar solo al 70 %, en la perspectiva de alcanzar una inmunidad poblacional. Sin embargo, las ofertas y ofrecimientos existentes alcanzan sólo a 18 millones de dosis, lo que permitiría inmunizar solo al 45 % de la población, y pareciera que en plazos de tiempo muy lejanos, mientras la epidemia hace estragos en la población. ES URGENTE UN PLAN DE VACUNACION INMEDIATO Y MASIVO. Para concluir estos comentarios, es indispensable señalar que uno de los problemas fundamentales en el manejo de la pandemia a nivel nacional, ha sido la ausencia total de información pertinente y adecuada para conocer la dinámica de la pandemia. La información epidemiológica disponible en la página web del MPPS es absolutamente insuficiente. En revisión de las páginas web de los Ministerios de Salud de la región, la de Venezuela es una de las más pobres y deficientes. Esto sin duda, es parte del secuestro de la información epidemiológica de que es objeto Venezuela desde el 2016, fecha desde la que no se publican boletines epidemiológicos. Un ejemplo lamentablemente de esta insuficiencia informativa, lo constituye el diario boletín gubernamental, que proporciona una breve información cuantitativa de casos y muertes, pareciera que con un gran subregistro de las cifras reales, y sin los atributos que permitan conocer la dinámica epidémica. No es posible conseguir información sobre el impacto de la pandemia en los diversos grupos étnicos, ni tampoco en los trabajadores de la salud. Además, se informa el número de pruebas diagnósticas que se realizan, pero no se señala ni el tipo de prueba, ni sus resultados. A pesar de que oficialmente no se ha reconocido, diversas fuentes coinciden en señalar el fallecimiento de más de 300 médicos y enfermeras. Es inaceptable el silencio gubernamental ante el severo impacto de la pandemia en los trabajadores de la salud. Exigimos información veraz y garantía de protección y adecuadas condiciones de trabajo. Lamentablemente la información proporcionada es insuficiente y expresa poco rigor epidemiológico y científico. ES INDISPENSABLE CONTAR CON INFORMACIÓN MÁS PRECISA Y TRANSPARENTE. EXIGENCIAS Exigimos transparencia en la información. La información epidemiológica debe ser considerada un bien público indispensable para el análisis de la situación de salud y la toma de decisiones. EXIGIMOS AL GOBIERNO NACIONAL LA PUBLICACIÓN DE LOS BOLETINES EPIDEMIOLÓGICOS en particular los relacionados con la pandemia. No es suficiente la pobre información que se publica diariamente en las páginas oficiales. Exigimos la presentación urgente de un Plan Nacional de Vacunación, que sea analizado, discutido y concertado con el país. La vacunación no puede ni debe ser partidizada, debe ser un esfuerzo en el que participen todos los sectores de la vida nacional, y ser visto como parte de la reconstrucción y recuperación del país. Los trabajadores de la salud, las universidades, academias y sociedades científicas, tienen un papel que debe ser reconocido y valorado. En ese plan es indispensable dar una real prioridad a los trabajadores de la salud, que se han visto terriblemente afectados en la pandemia. La vacunación nacional, masiva y gratuita debe comenzar de inmediato. La PCDC y el GPC conscientes del papel que deben jugar en el diseño de una propuesta de reconstrucción nacional, ofrece esta opinión al gobierno y al pueblo de Venezuela, con la esperanza de que se pueda contribuir a enrumbar las acciones necesarias para combatir la pandemia. LAS VACUNAS DEBEN SER UN BIEN PÚBLICO GLOBAL, NO PUEDEN SEGUIR SIENDO TRATADAS COMO MERCANCÍAS, SON PARTE FUNDAMENTAL DEL DERECHO A LA SALUD ¡PLAN NACIONAL DE VACUNACIÓN YA! GRUPO PENSAMIENTO CRÍTICO José León Uzcategui Jesús Puerta Javier Biardeau Mariano Crespo Carmen Irene Rivero Oscar Feo Franco Silvio Miguel Arévalo Guillermo Pereira Deyanira Núñez Jesús Urbina Janis Ladskin Rafael Durán Joselín Gutièrrez PLATAFORMA CIUDADANA EN DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN Juan García Viloria Roberto López Sánchez Oly Millán Gustavo Márquez Edgardo Lander Santiago Arconada Ana Elisa Osorio Esteban Emilio Mosonyi Héctor Navarro Otras firmas de respaldo al documento:
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