domingo, 4 de octubre de 2020

MENSAJE DE ROBERTO LÓPEZ SÁNCHEZ, 

CANDIDATO A LA ASAMBLEA NACIONAL POR EL PARTIDO  UPP89 

(UNIDAD POLÍTICA POPULAR 89) 

EN LA LISTA POR EL ESTADO ZULIA 

(primer puesto en la lista) 



A mis amigos, compañeros, camaradas, alumnos, vecinos y conocidos, y a mis familiares, les informo por este medio que voy de candidato a la Asamblea Nacional.

El partido UPP89 (Unidad Política Popular 89) me ha postulado por el Estado Zulia, en el voto lista.
Comparto con ustedes la valoración de la crítica situación que vive el país y que sufrimos todos los ciudadanos.
Hemos visto en los últimos años el derrumbe de todas las instituciones, el colapso de la economía, y el padecimiento general de la población.
Un gobierno saqueador e incompetente ha terminado de hundir al país gracias a las sanciones que potencias extranjeras aplican contra la nación buscando apoderarse de nuestros recursos.
Hemos sufrido una falsa polarización entre dos bandos aparentemente extremos pero que comparten una misma visión neoliberal de la economía, una igual vocación represiva y antinacional.
Dos polos extremos que están a punto de desatar una guerra civil, donde el pueblo pondrá los muertos y las élites pelearan por lo que queda de país.
Hemos dicho desde el 2016 que la salida a la crisis estaba en el cumplimiento de los mecanismos democráticos contemplados en la Constitución. Como el referéndum que el gobierno impidió en 2016 y la celebración de elecciones con árbitros creíbles y garantías para la oposición.
Muy pocas cosas se han logrado en cuanto a un nuevo CNE y garantías de participación.
Pero pienso que antes de seguir echándole gasolina al camino de la violencia, hay que hacer todos los esfuerzos posibles por lograr que los mecanismos democráticos se impongan sobre la salida autoritaria que empuja Maduro o la solución invasora que promueve Guaido.
Por eso he decidido llamar a votar y ahora aceptar la postulación a la AN.
Se que elegir una nueva Asamblea Nacional no resolverá la crisis política de Venezuela. Pero si el pueblo vota masivamente y se logra una buena representación opositora, se podría avanzar en un proceso de recuperación de la democracia.

Lo contrario sería entregarnos al camino de la violencia, del extremo sufrimiento para el pueblo, el aumento de la migración, y completar el proceso de destrucción social que como nunca en la historia ha logrado Maduro y el PSUV. 

Esta participación electoral no está exenta de riesgos personales. Sobre todo porque enfrentamos a un poder con vocación represiva que cada día demuestra las barbaridades de las que es capaz. 

Asumimos el reto y espero contar con el apoyo de ustedes a quienes he conocido en diferentes facetas de mi vida. Concibo que una representación parlamentaria debe ser ante todo vocero del sentir popular en la región. Para ello habrá que crear aquí en el Zulia mecanismos de debate, consulta y participación para que diferentes comunidades, sindicatos, asociaciones civiles y organizaciones de todo el espectro social, expresen sus necesidades y requerimientos a llevar a la Asamblea Nacional. 

Por mi parte, aporto mi vocación de lucha social expresada a lo largo de toda mi vida, mi compromiso de honestidad a toda prueba (como ustedes lo han podido comprobar en donde me han visto actuar), y mi disposición a trabajar en equipo y a concretar alianzas que fortalezcan un bloque parlamentario al servicio de los ciudadanos. 

Como profesor universitario, como trabajador que he vivido siempre de mi esfuerzo y mis méritos personales, estaré en la Asamblea Nacional como un diputado del pueblo, distanciado de las distintas élites que en ambos extremos de la polarización, son responsables de la actual destrucción del país.

Roberto López Sánchez
Profesor Titular de la Universidad del Zulia
Doctor en Ciencias Políticas
Magister en Historia de Venezuela
Luchador social de toda la vida





PARA RESCATAR LA REPÚBLICA (programa que asumimos, propuesto por el Grupo de Pensamiento Crítico (www.aporrea.org/actualidad/a293913.html)

Nuestro compromiso es la lucha por el rescate de las instituciones republicanas y las premisas materiales, morales y simbólicas para la reconstrucción de la República. Insistimos en la vía democrática, constitucional, popular, soberana, para avanzar en nuestros objetivos e ir resolviendo la compleja crisis que nos aqueja. Reafirmamos que los problemas de los venezolanos los resolvemos los venezolanos y nadie más. Por ello, también es de principios reafirmar la soberanía nacional.

Atravesamos una compleja crisis de múltiples aspectos y niveles, intrincadamente relacionados, retroalimentando un proceso de deterioro que luce interminable, sin fondo. No se trata simplemente de remover un gobierno. Se trata de recuperar instituciones, la integridad territorial, las condiciones de vida de los venezolanos y las venezolanas, de reformular las bases de nuestra economía y de la sociedad toda, de las generaciones presentes y de las futuras.

En esta coyuntura que se abre con la convocatoria a elecciones parlamentarias, es nuestra responsabilidad asumir todas las armas cívicas que tenemos a mano. En primer lugar, la organización y la lucha de nuestro pueblo por una vida mejor. Igualmente, otra arma es el voto.

Exigimos transparencia y eficacia en la realización de los próximos comicios, por ello exigimos la participación de observadores nacionales e internacionales, respeto a los miembros de las mesas electorales y procedimientos, y adecuadas auditorías. Así mismo, rechazamos los abusos oficiales del inmenso ventajismo del gobierno, expresado en el uso exclusivo y desmedido de los medios de difusión masiva, la instalación de "puntos rojos" cercanos a los centros de votación, los "votos asistidos", así como los mecanismos de presión y chantaje manifestados en el CLAP, en los sitios de trabajo y demás espacios.

Vamos a votar y a ello convocamos a todos. Apoyamos el voto como posibilidad de apertura de un nuevo camino para destrabar el nudo de la crisis. Exigimos que las condiciones sean apropiadas al respeto de la voluntad popular; que el árbitro actúe como tal y no como un jugador más, y que se garanticen los mecanismos para la participación masiva del pueblo venezolano: transparencia, equilibrio, observación internacional, auditorías abiertas, eliminación del ventajismo.

Ambos cogollos están jugando descaradamente a la abstención, uno para imponerse con su maquinaria, financiada por el Estado, y el otro para intentar deslegitimar las elecciones y hacer perdurar la crisis y un llamado a salidas no pacíficas ni democráticas. Ambas políticas pro-abstencionistas, ya fracasadas anteriormente, expresan la perenne desconfianza de las cúpulas hacia la voluntad popular.

 

La participación electoral debe ser acompañada por líneas políticas concretas que le darían sustancia, y que son condiciones, a su vez, para cualquier apoyo. Las siguientes se las proponemos a todos los aspirantes a representantes del pueblo:

 

  1. CIERRE DE LA CONSTITUYENTE Y RECUPERACIÓN DE LAS ATRIBUCIONES DEL PODER LEGISLATIVO Y DE LA INDEPENDENCIA DE LOS PODERES PÚBLICOS, TAL Y COMO LO ESTABLECE LA CONSTITUCIÓN. En este sentido, la acción legislativa debe estar orientada hacia el TÉRMINO DEL ESTADO DE EXCEPCIÓN INSTITUCIONAL, el cierre de la llamada "Asamblea Nacional Constituyente" que, ante su incumplimiento de la tarea específica y constitucional encomendada (redactar una nueva CONSTITUCIÓN) se ha convertido en un poder supraconstitucional y por tanto arbitrario, autoritario, antidemocrático y antipopular.
  2. AUDITORÍA PÚBLICA PARA ESTABLECER CANTIDADES, PROPORCIONES Y RESPONSABILIDADES DEL DESFALCO Y LA CORRUPCIÓN. Es imperativo realizar una revisión efectiva y eficiente del uso de los recursos públicos en la última década, que explique cómo fue que se despilfarraron los inmensos ingresos que tuvo la Nación, sin lograr ningún avance en la construcción de una economía independiente, ni en la soberanía alimenticia, ni en el avance de una ciencia y tecnología acorde con las necesidades del país. Asimismo auditar las finanzas públicas que de manera ilegal e irresponsable ha manejado el auto-proclamado Presidente interino Juan Guaidó
  3. RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS. Cese a las ejecuciones sumarias. Libertad para los presos políticos y de conciencia Rubén González y demás sindicalistas, liberación de Nicmer Evans y Javier Vivas Santana, así como a todos a quienes les fue violentado sus derechos humanos. La recuperación de las instituciones democráticas pasa por restablecer las condiciones mínimas de respeto de los derechos humanos, pluralismo político y funcionamiento del ambiente democrático. Para ello, es imprescindible cesar la persecución y el acoso policial y jurídico a las posturas disidentes. Jueces naturales y garantías del debido proceso a todos los imputados por delitos.
  4. ABOLICION DE LA LEY DEL ODIO. Esta ley se ha utilizado únicamente para castigar las posiciones políticas disidentes con el gobierno. ya existía en el ordenamiento jurídico venezolano leyes acerca de la responsabilidad de los medios y los comunicadores, así como las referidas a las calumnias, mentiras, y otros usos no éticos de la comunicación.
  5. MEDIDAS CONJUNTAS FRENTE A LA PANDEMIA. Propuesta de una Ley Orgánica de Salud que establezca el Sistema Nacional de Salud. Reafirmamos la necesidad de un gran ACUERDO NACIONAL para responder a la situación de nuestro sistema de salud a enfrentar la pandemia COVID 19. Para ello, Integrar a todos los sectores vinculados a la Salud del país (Colegios Profesionales, Asociaciones, Sindicatos, Clínicas privadas) en un solo frente. Gestionar fondos a nivel internacional que están disponibles en los organismos multilaterales.
  6. ACUERDO NACIONAL ECONÓMICO (POLÍTICA PETROLERA, INDUSTRIAL, AGRÍCOLA, ALIMENTARIA). También es posible, llamando a todos los sectores del país obtener recursos de los organismos multilaterales. Ya han sido ofrecidos por algunos de ellos, pero no ha sido posible obtenerlos por las posturas contrarias o débiles de los dos polos que juegan a destruir el país. En cada uno de estas áreas hay mucho trabajo que hacer y es urgente echar a andar al país]
  7. ABOLICIÓN DE ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES Y DEL DECRETO DEL ARCO MINERO, como proyectos que atentan contra nuestra soberanía económica, la integridad y el equilibrio ecológico de nuestro ambiente, el logro de la protección social, la remuneración justa del trabajo asalariado, la recuperación del aparato productivo y su reformulación, así como comenzar a abordar el problema de la gran deuda de la Nación y la posibilidad de financiamiento para los servicios públicos (agua, electricidad) sin los cuales sería imposible siquiera pensar en un plan económico de recuperación, en el cual se debe buscar el mayor consenso posible.
  8. DEFENDER LA REMUNERACIÓN DEL TRABAJO, DETENER LA ABOLICIÓN DEL SALARIO DE LOS TRABAJADORES Y RETOMAR EL MECANISMO DE LAS NEGOCIACIONES Y CONTRATACIÓN COLECTIVAS. APLICACIÓN DE LA NORMA CONSTITUCIONAL DE que EL SALARIO MÍNIMO EQUIVALGA AL COSTO DE LA CESTA BÁSICA. Exigimos respeto a la contratación colectiva y a las organizaciones sindicales, cuyos dirigentes han sido detenidos y entregados a la justicia militar.
  9. REINSTITUCIONALIZACIÓN EL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA ASUMIENDO LAS FUNCIONES ASIGNADAS POR LA CONSTITUCIÓN NACIONAL, ASÍ COMO RETOMAR LAS TAREAS DE ACOPIO Y PUBLICACIÓN OBLIGATORIA DE LAS DATAS CORRESPONDIENTES A LAS VARIABLES ECONÓMICAS DEL PAÍS.
  10. RESCATE DEL CARÁCTER NACIONAL NO PARTIDISTA DE LAS FUERZAS ARMADAS NACIONALES y concentración en las tareas de defensa de la soberanía nacional y formación profesional.
  11. RECHAZO A LAS SANCIONES NORTEAMERICANAS QUE EMPEORAN LAS CONDICIONES DE VIDA DEL PUEBLO. MEDIDAS INMEDIATAS PARA RECUPERAR LOS ACTIVOS DE LA NACIÓN INCAUTADOS EN EL EXTERIOR.

Estas propuestas debieran integrar una agenda legislativa para todos los venezolanos.

La actual situación demanda que sean discutidas ampliamente en todas las opciones que han decidido avanzar por la vía democrática e institucional, para restablecer el respeto de la Constitución.


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